viernes, 19 de agosto de 2011

ENSAYO:FANTOMAS VS LOS VAMPIROS MULTINACIONALES

LA OTREDAD DE LO UNO

Julio Cortázar en las metamorfosis de Fantomas contra los vampiros multinacionales

Carlos Gómez Carro*

En febrero de 1975, Julio Cortázar llega por vez primera a México, pero, como él mismo se encargaría de recordar, ese mismo año, en una entrevista televisiva con el poeta Eduardo Lizalde,[1] no era su primer acercamiento con la cultura mexicana. Dos relatos centrales en su literatura son de tema mexicano, según su propia definición. Tal es el caso de “Axólotl” y “La noche boca arriba”. En ambos relatos se percibe ese mecanismo cortazariano de mutación del alma o del espíritu de un ser a otro, si puede llamarse así a esa operación psíquica, lejanos en el espacio o en el tiempo. Como a Octavio Paz (nacidos el mismo año de 1914), al escritor pampero le obsesionaba la otredad que se agazapa en cada quien y que termina, a veces, apropiándose de nuestro ser. Otredad que a él le interesaba dejar salir en él mismo. Llegar a ser el otro que él mismo era.

Hacia aquel año, se encontraba intensamente involucrado en las deliberaciones del Tribunal Bertrand Russell II, con sede en Bruselas, su ciudad natal (circunstancia que consideraba un hecho accidental), encargado de juzgar y, en su caso, condenar las tropelías cotidianas de los regímenes militares latinoamericanos, las cuales, de acuerdo a las pesquisas del Tribunal, se hacían en alianza con los gobiernos estadounidenses de la época, y que en aquellos días era lo común en el subcontinente. Condena que no pasaba de tener un carácter moral, y que además era escamoteada en la propia América Latina por los regímenes autoritarios que no le daban difusión a las deliberaciones y resoluciones de aquella corte o, de plano, desacreditaban sus trabajos; no en balde, los medios de comunicación solían estar al servicio de las mismas dictaduras ─y de las “dictablandas”, como la mexicana─, salvo algunas excepciones. Una de esas excepciones era el periódico Excélsior, de la Ciudad de México, dirigido entre 1971 y 1976 por Julio Scherer García, por lo que no es casual que en esa editorial publicara el escritor ese mismo año su folletín-historieta Fantomas contra los vampiros multinacionales.

Su viaje a México era, en principio, para integrarse a una comisión que investigaba los crímenes del General Augusto Pinochet, quien en septiembre de 1973 había derrocado y asesinado al Presidente constitucional de Chile, Salvador Allende. No es difícil suponer que esa visita había sido estimulada por la circunstancia afortunada de encontrarse, poco antes de emprender el viaje, con una historieta mexicana, Fantomas, la amenaza elegante, en la cual el escritor aparecía como uno de los personajes, y que le había hecho llegar por esos días su amigo Guillermo Piazza,[2] quien escribía en ese entonces para el periódico Excélsior. De hecho, el comienzo del folletín-historieta del Cortázar es una especie de recreación de esa circunstancia, en donde él, personaje ficticio, viaja a París en tren, y en ese viaje lee un ejemplar de la historieta en la que se descubre en la historieta como uno más de los personajes; en el mundo real, el escritor viaja a México en avión, con ese mismo ejemplar en sus manos y es ahí donde urde la fantasía de su metamorfosis como personaje de historieta y coautor de la misma. Los dos viajes partían de Bruselas, el ficticio y el real. En la historia que nos cuenta, no sólo entrelaza ambos acontecimientos, sino que nos cuenta cómo fragua en su mente la posibilidad de que en una nueva recreación de la historieta, con un desenlace distinto, podría ejercerse una denuncia más efectiva de los regímenes autoritarios latinoamericanos, que el realizado a partir de la literatura y el periodismo tradicionales.

La historieta como género era muy popular en ese entonces en el país (se tiraban millones de ejemplares cada semana), y en el mundo se encontraba en auge. Es el en el número 201 de Fantomas, la amenaza elegante, del 18 de febrero de 1975,[3] el que leería Cortázar en su viaje a México (mismo ejemplar que leía, asimismo, en su viaje a París como personaje de su Fantomas), había salido a la circulación con el título de “La inteligencia en llamas” (se trataba de una revista catorcenal). El ejemplar retomaba, bajo otras circunstancias, el tema de Ray Bradbury en Fahrenheit 454,[4] en donde una civilización autoritaria se dedica a destruir sistemáticamente los libros. Fantomas, un singular antihéroe, es el encargado para desembrollar el enigma, para lo cual se apoya en un grupo de intelectuales entre los cuales se encuentra, como ya advertí, el mismo Cortázar.

Esto es algo que llamó especialmente la atención del gran Cronopio, verse a sí mismo retratado en una caricatura, novedad incorporada al género por Martré (recurso hoy muy socorrido en series como Los Simpsons). Otra extrañeza era que el Fantomas mexicano no seguía las pautas que los novelistas franceses Marcel Allain y Pierre Souvestre crearon para el personaje a partir de 1911, se trata de una “reescritura” del personaje francés, como bien indica Marie-Alexandra Barataud[5] (del personaje francés en uno mexicano, y de éste en el de Cortázar). A diferencia del francés, ladrón, asesino y psicópata, el Fantomas creado por Guillermo Mendizábal[6], continuado y reescrito después por Gonzalo Martré[7] (lo que implicaría, pues, diversos niveles de reescritura, a modo de un palimpsesto o, si se quiere, al modo de una pirámide precolombina), era una especie de ladrón-filántropo, avecindado, como Cortázar, en el París de los años sesenta y setenta del siglo pasado, y con intereses políticos de tintes sociales, además de contar con un gusto estético refinado, al menos en los términos propuestos por la propia publicación.

Es muy probable que la simpatía inicial del escritor por el personaje se haya incrementado al percibir la filosofía que sustentaba aquel pillo de conciencia social que era ese Fantomas “aztequizado” (así lo llamó después en otra entrevista).[8] En uno de los pasajes de “La inteligencia en llamas” dirá Fantomas (el de la historieta mexicana, pero que fiel se reproduce en el texto de Cortázar) a propósito de una obra dramática de Bertold Brecht, La ópera de los tres centavos: “Brecht quiso parodiar las costumbres de la burguesía con las de los estafadores (…), entreveía que las diferencias entre un hombre sin escrúpulos financieros y gángsters es mínima”. Para Fantomas, un burgués y un estafador son, básicamente, lo mismo. Por ello, Fantomas puede robar obras de arte o joyas, sin ningún remordimiento de conciencia: No hacía más que robarle a otros ladrones, lo que ellos habían robado primero.

Éste era un elemento tremendamente corrosivo y contestatario que pasaba, por lo general, desapercibido. Pues a diferencia de “superhéroes” al estilo de Superman o Spiderman, Fantomas, bajo la pluma de Gonzalo Martré, conviene subrayarlo, se proponía como un crítico del sistema capitalista, lo que no pasó por alto el escritor argentino. Incluso, puede decirse que este superhéroe concebido por Martré, carece de “superpoderes”, aunque sí está dotado de una inteligencia sumamente perspicaz, en un cuerpo formidable que, con una disciplina férrea dirigida por un sabio (el profesor Semo, imagen moderna de un Merlín o un Aristóteles en Macedonia) lo llevan a ser el mejor en cualquier disciplina marcial, además de contar con un bagaje cultural muy amplio (amén de una holgada fortuna). Su símil, no son, entonces, los héroes de las tiras norteamericanas, sino el concebido port Ian Fleming en la saga del agente 007. Pero si éste se encuentra, irremediablemente, al servicio de la Reina y del imperialismo británicos, aquél es uno de sus saboteadores y críticos más acervos. Encantado con el personaje, el mismo Cortázar (que nunca llegó a estar consciente, me parece, de todas las implicaciones del personaje) sumaría a estas cualidades del Fantomas azteca, su propósito de denuncia de los grandes poderes trasnacionales de la época.

A propósito de lo señalado, es curioso señalar un paralelismo que ocurría con la historieta mexicana, y en general con la que se publicaba en otros espacios geográficos. Me refiero a que por considerársele un género menor, no se ejercía en ella una censura tan severa como en otras publicaciones periódicas de la época (en México, entre los medios de amplia difusión masiva, sólo el periódico Excélsior y sus revistas, entre las que destacaba Plural, eran capaces de presumir cierta independencia). De manera que un héroe que ejercía el latrocinio, y que tenía tan mala opinión de la burguesía y de sus negocios, podía pasar casi desapercibido para los poderes dominantes. Algo similar a lo que había sucedido en la primera mitad del siglo pasado con las comedias de Buster Keaton y Chaplin, en las que se podía advertir una crítica profundamente vitriólica que se pasaba por alto, dada la poca seriedad que se le atribuía a la comedia cinematográfica.

El caso es que en junio de ese mismo año, la editorial del diario Excélsior publica Fantomas contra los vampiros multinacionales. Una utopía realizable,[9] una obra que no sólo traspasa las fronteras entre la literatura y la historieta, en una feliz simbiosis, en la que cada género aporta lo mejor de sí, sino que, además, acerca a un gran escritor contemporáneo con un público realmente popular, lo que le permite a Cortázar cumplir con ese anhelo de difundir entre un público diferente al que acostumbraba acercarse a sus obras, las condenas a los dictadores y los poderes fácticos del mundo, realizados por el Tribunal Bertrand Russell. Una obra, además, singular por otro detalle que a sus críticos suele escapárseles. En realidad, es una obra al alimón, pues su folletín no sólo parte del Fantomas mexicano, sino que su historia ensambla la versión original de “La inteligencia en llamas” (las ilustraciones son de aquel ejemplar) con los agregados del propio escritor, en donde el final adquiere un sentido no sólo de denuncia, sino que, apegado a las obsesiones del propio escritor, se gesta una continuidad entre los mundos de los dos lados del Atlántico (el París-Buenos Aires de Rayuela, aquí será París-Ciudad de México); entre la narrativa y la historieta; entre la gran literatura y la literatura de masas.

El autor y su obra

Hay escritores cuya mejor biografía es su propia obra. La obra lo es todo o a ella se supedita la imagen primigenia del autor. Eso afirmaba de Pessoa Octavio Paz en su Cuadrivio, para señalar que lo mejor que le ocurrió al poeta portugués fueron sus poemas. La obra como la verdadera biografía de un escritor, de un artista. No obstante, si esto es cierto para muchos escritores y artistas, a Julio Cortázar no podría encasillársele fácilmente en tal aserto. Una obra que solía ser extraordinaria, sí, pero en un hombre también en extremo singular. Y no es que, en su caso, su obra siguiera senderos distintos a los de su vida, sino que, al contrario, ciertas obsesiones personales del escritor parecían reflejarse y hallar su sentido pleno en los enigmas dispuestos en sus textos; en la búsqueda de sí que a partir de ellos emprendía. Como si el escritor quisiera metamorfosear sus enigmas en su quehacer literario. Más que explicación, un paralelismo en donde ambos, obra y escritor, se reconocen, se transmutan, se trasminan: se continúan. Es, preferentemente, en esa conversión de lo uno en otro, en donde ocurre lo extraordinario, en donde lo real se rompe y se presenta la ficción cortazariana.

¿Cómo juzgaba el escritor esa aparición de lo extraordinario en él y en sus textos? La irrupción insolente, maravillosa, de lo fantástico dentro del mundo cotidiano como una realidad alterna. Sobre esta inmersión de lo fantástico en lo real, Cortázar habría confesado en una entrevista con Evelyn Picon Garfield: “”La idea abstracta del episodio fantástico, yo no la he tenido nunca. Yo tengo una especie de situación general, de bloque general, donde los personajes, digamos la parte realista, está ya en juego; está en juego, y entonces allí hay un episodio fantástico, hay un elemento fantástico que se agrega. [Contesta Picon Garfield:] ─Nace de la situación, no de la idea; la situación realista engendra lo fantástico en vez de que la idea se imponga.” (Picon Garfield, 1981: 14-15). En su caso, la realidad genera la ficción; en aquélla se agazapa ésta y salta.

En su biografía, lo extraordinario de la realidad es lo que, en general, le sucede a gran parte de su generación: el descubrimiento de América Latina. Residente gran parte de su vida en París, no dejaba de ser la América al sur del Río Bravo, un enigma para él, y un imán. La Revolución cubana despertó en el escritor un entusiasmo desbordante, en el sentido de que veía en ella el primer encuentro latinoamericano de un destino verdadero. Como si quisiera percibirse él mismo como un militante más, alguien que pudiera agregarse a una lucha común y, en ello, desplazar su casi irremediable individualidad hacia un ser socializado, integrado en un vasto proyecto en el que su literatura sólo sería uno de los múltiples registros de un nuevo mundo. Como si lo poseyera la intención de que entre su yo y el yo social se estableciera una continuidad; un ir del uno al otro. Eso es lo que intuyó que era o debía ser la lucha cubana, y que eso podría ser, como proyecto extendido, la lucha latinoamericana, y en ello, su proyecto literario.

En la gran fiesta de la revolución, los individuos desaparecen y sucede la comunión. ¿Y por qué no se quedó a vivir en Cuba, por ejemplo, y regresaba siempre a su París “burgués”? Da la impresión de que más que saber, intuía que la rebelión latinoamericana no podía ser la de un solo país y tenía que ser, para realmente fructificar, la de todo el espacio latinoamericano, y que debía extenderse, además de la lucha política, al terreno de las artes y de la cultura popular. Desde París podía verse mejor este cuadro. De cualquier modo, éste habría sido uno de sus grandes dilemas. En su celebérrima Rayuela, la Maga, su principal personaje femenino, le reprocha a Horacio Oliveira, alter ego del propio escritor argentino, que su problema consiste en que siempre está, a pesar suyo, fuera del cuadro y no en él; observando la realidad, sin, en verdad, participar en ella: “Vos sos como un testigo, sos el que va al museo y mira los cuadros. Quiero decir que los cuadros están ahí y vos en el museo, cerca y lejos al mismo tiempo. Yo soy un cuadro, Rocamadour es un cuadro. Etienne es un cuadro, esta pieza es un cuadro. Vos creés que estás en esta pieza pero no estás. Vos estás mirando la pieza, no estás en la pieza” (Cortázar, 1992: 33). La literatura está fuera de la verdadera vida y hay que crear puertas por donde se pueda entrar y salir; de la ficción a la realidad, de la realidad a la ficción.

En eso consiste parte del problema que se propone resolver Cortázar: cómo ser, desde la literatura, algo más que un testigo. Cómo participar en el cuadro sin dejar de observar el cuadro. El desdoblamiento ficticio y verídico que va de la realidad a la literatura.

Héroes y antihéroes

Estar fuera del cuadro es algo que no sólo le ocurre al personaje de Rayuela, pues es, a todas luces, uno de los dilemas recurrentes de los personajes cortazarianos. Estar fuera y querer entrar; estar adentro y querer salir. En “La noche boca arriba”, uno de los cuentos de tema “mexicano” del escritor, el protagonista sufre un grave accidente que altera los supuestos de su propia identidad. Habitante de nuestro presente, a partir de ese acontecimiento, un sueño recurrente se apoderará de él hasta convencerlo de que es una víctima de un suceso remoto ocurrido en otro tiempo. Puesto simultáneamente ante un quirófano, en su realidad del siglo XX, y frente a la piedra de los sacrificios, quinientos años antes, en su sueño; advertirá que su verdadera realidad es la remota, la del sueño, y que, por consiguiente, su ser verdadero es el de un mesoamericano que será ofrendado a los dioses en la piedra de los sacrificios. Como si siglos de historia no pudieran enmascarar una verdad que se cuela apenas puede volver a dibujarse sobre la superficie de la realidad.

Otro tanto le ocurre al personaje de “Axólotl”, cuya alma transmigrará a la de un anfibio, preso en una pecera. Su protagonista es un obsesivo asistente a acuarios, que intuitivamente pareciera buscar lo extraordinario, lo que poco a poco se le va revelando. Obsesión que sólo es explicable por la circunstancia de que esa transmigración que opera entre él y el anfibio, forma parte de un dilema que se superpone a su propia voluntad y se le ofrece como un destino. En “Lejana”, otro de sus relatos, a Alina Reyes, la protagonista, mujer de vida placentera y burguesa, le gusta conciliar el sueño concibiendo juegos de palabras. Así, los palíndromos, los anagramas. Es como Alina advierte que, a veces, en sueños es otra. Una mujer a quien, en la lejanía borrosa de los sueños tiene una vida más que azarosa. Come mal, sufre las inclemencias del tiempo, le pega la persona que ama, o cree amar; sensación que se vuelve más intensa hacia el amanecer. Decide casarse para viajar, la boda es un medio para resolver el misterio. Se traslada hasta un puente que vagamente reconoce, en el que sabe que ocurrirá lo extraordinario, el encuentro con la mujer de los sueños, de los palíndromos, de los anagramas: “Alina Reyes, es la reina y…”. Alina se transforma en aquélla, en esa otra Alina que, después, verá alejarse desde el puente y ella, la primera, se quedará a sufrir lo que antes sólo se insinuaba en sus pesadillas. Ella siempre fue otra y ese encuentro se lo confirma.

Los personajes de Cortázar sueñan con ser otros, con salir o entrar en otros. En ese juego opera la metamorfosis. El Julio parisino se transforma en el Julio habanero o en el Julio bonaerense. En el Cortázar mexicano. En el Julio latinoamericano. Cuando está aquí, sueña con el allá; en ese allá, París, piensa en el aquí, América Latina. Un yo sobre el que opera la metamorfosis que se manifiesta en sus personajes. En “Casa tomada”, su relato más emblemático, los protagonistas, unos hermanos que viven un matrimonio silencioso, son expulsados de la casa familiar por algo que nunca se dice. La expulsión es, a la vez, una angustia y un alivio, pues los aleja de su pasado, de su herencia, y les permite atisbar, en un sugerente abrazo, una ruptura con aquellas prohibiciones que les impiden ser algo más que hermanos. Sea lo que signifique el relato (es, en el esquema propuesto por Umberto Eco, una “obra abierta”), los personajes rompen y salen de ese espacio de opresión, para ser otros y ser ellos. En “Carta a una señorita en París”, la metamorfosis ocurre en un personaje que vomita, literalmente, conejitos. Él se convertirá en una especie de dios para ellos, situación insoportable para el protagonista pues lo lleva al suicidio, o al deicidio, si aceptamos la metamorfosis. Una metáfora de la muerte de Dios. Un Dios que reniega de su divinidad y de su creación.

En Fantomas contra los vampiros multinacionales, el escritor desarrolla una obra que, como ya advertí, se monta en otra, la desarrollada por una historieta mexicana sobre un héroe enmascarado. Máscara sobre máscara. Un héroe que se instala en las antípodas de otro héroe popular, “Santo, el enmascarado de plata”. Santo tiene un arraigo popular, mientras Fantomas en un héroe aristocrático. Tan aristocrático que vive en París, lugar de residencia de Cortázar, aunque su público real sea el de las barriadas populares de la Ciudad de México. Un París mexicanizado, como el París bonaerense que nos mostrara Cortázar en su Rayuela. El personaje representa las aspiraciones sociales de los ámbitos populares mexicanos: un pillo de corazón generoso, un antihéroe capaz de hacer suyas las causas perdidas. La metamorfosis que esta vez se gesta es la de la literatura en un género de dudoso prestigio, pero de gran arraigo en las masas, la historieta o el cómic, como por lo general se le denomina.

La historia que se cuenta en “La inteligencia en llamas” (el ejemplar de Fantomas, la amenaza elegante que llega a las manos del Cronopio) es simple y terrible, como lo pueden ser las pesadillas. Un día amanece y un hombre advierte que han desaparecido algunos incunables de una biblioteca pública en París. Al hecho, se suceden otras desapariciones de libros en los más diversos lugares del mundo, hasta que el hecho se generaliza. Autores y editores son amenazados por una fuerza maligna para no escribir y no editar más libros. Se trata de un holocausto cultural que significaría el fin de la civilización tal como la entendemos. La alusión al Fahrenheit 454 de Ray Bradbury, como ya apunté, es clara. Al autor de Crónicas marcianas, lo solemos ubicar como un narrador de ciencia-ficción. En este caso, la idea de que en una sociedad futura, los satisfactores materiales ya conseguidos y la búsqueda de la felicidad, terminarían por crear un gobierno autoritario que legislaría sobre las necesidades de los ciudadanos, las que le son o no convenientes, y entre esas necesidades difícilmente se encontrarían los libros, origen del mal. Esa historia, pero ubicada en México adquiere, sin embargo, otro carácter, ya que no se refiere a un futuro temible, sino a un pasado vivido. La destrucción de esos libros que los conquistadores llamaron códices, y de los que se conservaron muy pocos, existió. En la cultura mexicana, no se trata de ciencia-ficción, sino de la más estricta realidad, de una pesadilla a la que es posible regresar.

En un sentido más amplio, se refiere a la bibliofagia o a la biblioclastia, que en la historia humana fraguó la quema de la mítica biblioteca de Alejandría o la quema de libros en el periodo nazi, los de la España medieval, las expurgaciones de la Inquisición o el reciente bibliocausto en Irak, donde se destruyeron las primeras traducciones al árabe de Aristóteles, por ejemplo. En los referentes de Cortázar, se trata de un proceso similar al que se observaba en “Casa tomada”, en la que sus habitantes son lentamente expulsados. En la historia que se nos cuenta en “La inteligencia en llamas”, y que retoma el Fantomas de Cortázar, de igual modo, en un principio se desconoce quiénes están desapareciendo los libros, quienes cometen ese bibliocausto. En la historia original, Fantomas ubica al bibliófobo responsable, un hombre llamado Steiner, quien sucumbirá entre las llamas. Solución del relato que no Cortázar modifica, y es donde comienza la historia que éste nos cuenta. El enemigo de Fantomas se metamorfosea en alguien de mil caras, pues se trata de siniestras “sociedades anónimas”. Frente a ellas, por más denodada que sea la lucha de Fantomas, siempre subsistirán, pues su rostro anónimo está enmascarado. Un rostro tan invisible y una fuerza tan real, como aquella que termina por expulsar a los hermanos de la “Casa tomada”, y es aquí donde el relato adquiere su sello cortazariano. El bibliófobo Steiner se trasmuta en las multinacionales anónimas, así como Fantomas lo hizo de un psicópata a un pillo filántropo, con conciencia social, y de un guionista mexicano en un escritor argentino. La metamorfosis se manifiesta como la regla de la narrativa y del quehacer literario de Julio Cortázar.

Máscaras mexicanas

Y aunque la referencia inmediata de la historieta son las novelas escritas por Marcel Allain (1885-1970) y Pierre Souvestre (1874-1914), tienen ambas un empaque distinto. El Fantômas francés, ya lo señalé, es un psicópata que disfruta de sus crímenes y su sadismo, lo que no ocurre en la versión mexicana. Ésta se inscribe, además, en la tradición de las “máscaras mexicanas”. En El laberinto de la soledad, Octavio Paz hace una disección sobre el trasfondo cultural de la máscara en nuestra cultura. El mexicano, dice, al “mostrarse, se oculta”. La máscara del Fantomas azteca delata lo paródico del escenario y del personaje: máscara el personaje, máscara el escenario. Un Santo, que ha subido en la escala social; refinado, sí, pero que no deja de mostrar su origen mexicano (chilango, incluso). Con sus fantasías, más locales que francesas, de tener un grupo de bellas ayudantes (cuyos nombres aluden a los doce signos del zodiaco, más una Andrómeda quye redondea el cabalístico 13, tan relevante en el México prehispánico) que forman su harem particular. Un Fantomas que, dada la incompetencia de su perseguidor, el inspector Gerard (como suele suceder con los inspectores mexicanos) tendrá que asumir desde la ambigua condición de delincuente y hombre generoso del héroe enmascarado, la resolución de la justicia en ese París tan mexicano creado por la historieta. Un Santo, a final de cuentas, vestido de frac. En eso consiste, sumariamente, la invención de Fantomas, la amenaza elegante concebida por Guillermo Mendizábal y continuada después de los primeros seis números, por Gonzalo Martré. La máscara de ese Fantomas mexicanizado será para Cortázar el centro de esa nueva conversión, de esa metamorfosis de su París francés en un París azteca; de sus sueños justicieros, en las aventuras de un “enmascarado de plata”.

Si Cortázar quiso crear, como estrategia política, un texto que tuviera un público masivo, en México eso era más fácil a través de la historieta. No sólo por el hecho de que la imagen es un signo con mayor contundencia, más inmediato, que la palabra escrita o porque fuera un género en auge en aquellos años, sino porque la cultura en México, históricamente, está mucho más vinculada a la imagen que a la palabra. La conquista espiritual de México, diría Serge Gruzinski, está vinculada a la imagen, más que a la palabra, pues la imagen fue el medio fundamental y casi único del México precolombino y el medio por el cual procedió la llamada “conquista espiritual”. Y en el México actual, la cultura sigue siendo una cultura de imágenes, en donde la máscara tiene una función relevante. De hecho, toda imagen es una máscara que esconde, más que revelar, un significado: la metáfora-máscara del ocultamiento. Y así como el Santo asciende de héroe popular a héroe aristocrático, la historieta Fantomas ascenderá al rango de literatura. Cortázar emplea el ardid para enmascarar sus propósitos y así divulgar las resoluciones del Tribunal Russell. Lo consigue, hace que un público masivo se entere de aquellas deliberaciones, y comulga en ese público su necesidad íntima de trascender la soledad literaria. Su imagen adquiere, con ello, tintes populares, lo que no dejaría de ser enormemente satisfactorio para el escritor. En el fondo, él quería instaurar una estética compartida, una obra que no sólo fuera de él, sino de la comunidad, de ahí el artilugio de fundirse con un texto que ya delataba diversos creadores. En principio, Allan y Souvestre; después, Mendizábal; más tarde, Martré, y por último, Cortázar mismo. Una obra colectiva, una obra como la llamaría Eco, propia de la cultura de masas.

La literatura es, al final de cuentas, una forma de exclusión, pues, ¿quién, verdaderamente, lee literatura? Los que pueden leerla y que son muy pocos, relativamente, y casi siempre leen desfasados en el tiempo. Si un escritor denuncia, esa denuncia, lo más probable, es que el lector se entere cuando el escritor ya está muerto, o ya ha cambiado de parecer. Es lindo decir que Shakespeare y Cervantes son nuestros contemporáneos, pero es también una manera de alejarnos de nuestro entorno, de que lo real no sea más que una ficción. Lo importante para Cortázar no era sólo que lo sintiéramos nuestro contemporáneo, sino que su mensaje lo fuera también. Desenmascarar al autor para unos pocos, y hacerlo un autor en verdad popular. Al mismo tiempo, autor y personaje, como en un sentido ficcional ya había ocurrido en su literatura.

Historieta y literatura

Eso a Cortázar no le debió pasar por alto. Él, revolucionario de las letras, tenía que poner en entredicho lo que había sido hasta entonces su vocación fundamental, la de escritor, la de discurridor de palabras. Ésa sería su metamorfosis, la de mudar de la palabra a la imagen; de la literatura a la historieta. La de crear un relato que respondiera a las consignas del género, pero sin renunciar a las de la palabra. Crear la puerta que comunicara a ambos géneros. Eso es Fantomas contra los vampiros multinacionales, un título, como se advierte, de historieta, antes que de novela. Un título de ring, de lucha entre las cuerdas. De un enmascarado de plata en contra de los vampiros multinacionales.

Más allá de lo experimental, el texto es de un humor espléndido, apegado a los cánones del género. Con un lenguaje adaptado con gran destreza al de la historieta. El punto de partida es ya insólito, el mismo Cortázar, quien participa en las deliberaciones del Tribunal Russell, dedicado a debatir sobre las violaciones a los derechos humanos en América Latina, se encuentra en una estación ferroviaria de Bruselas con destino a París, por lo que decide comprar algo para leer en el camino y lo único que encuentra en el puesto de periódicos de la estación son publicaciones mexicanas, aquí la primera irrupción de lo fantástico en el texto. Como en otras obras del autor, la ficción se va apoderando del mundo real, hasta el punto ─consistente con los procedimientos estilísticos del autor─ en el que fantástico se ve transformando en lo real. Imaginemos lo absurdo y lo divertido de que en una estación ferroviaria del centro de Europa, se encontrara un puesto de revistas que sólo vendiera publicaciones mexicanas. Fiel a sus procedimientos, el escritor se introduce en los dilemas de la publicación, en ese Fantomas que se desarrolla en “La inteligencia en llamas”. La ficción se apodera de la realidad y él no es más que una feliz caricatura de sí mismo. Tan lo cree, que en boca de Susan Sontang llega a pregonar la superioridad de la historieta, icónica, sobre la literatura, verbal.

Para ello, Cortázar, hace decir a Susan Sontang: “—Hm. Ahora él [Fantomas] y muchos más sabemos que la destrucción de las bibliotecas no es más que un prólogo. Lástima que yo no sea buena dibujante, porque me pondría en seguida a preparar la segunda parte de la historia, la verdadera. En palabras será menos interesante para los lectores.” (las cursivas son mías). Las palabras, a despecho de lo que suelen pregonar los escritores, son menos fiables y expresivas que las imágenes de la historieta.

La metamorfosis última

Como he indicado, el Fantomas de Cortázar pretende denunciar lo que el propio escritor emprende como miembro del Tribunal Russell. En ello, consigna una asociación, la idea de que la tortura y los regímenes totalitarios que han asolado a nuestros países tienen su origen en los intereses de las empresas multinacionales, en nuestros países y en el mundo; ellas son los vampiros del relato. Una tarea que, a fin de cuentas, está por encima de Fantomas. Es sintomático que su derrota, pues es derrotado el héroe, lo sea no tanto por sus limitaciones o falta de astucia, sino por su incapacidad para involucrar a la sociedad en sus propósitos, por su incapacidad para salir de sí mismo y ser más que sólo un rebelde individualista. Un héroe bien intencionado, pero inútil para hacer cómplice de su lucha al conjunto de la sociedad y, como muchas veces se sintió el propio Cortázar, inhábil para ser algo más que un solitario. El texto de Cortázar es de denuncia, sí, aunque puede leerse, comos sucede con la mayor parte de la obra del escritor, sin atender el propósito de fondo. Una denuncia del desasosiego que en nuestros países han ocasionado los intereses de las empresas anónimas multinacionales; pero también la denuncia de las limitaciones del héroe individualista, aun si éste es Fantomas, quien solo jamás podrá enfrentar los problemas por los que atraviesan las sociedades latinoamericanas; es necesaria, puede advertirse, más que la aparición del revolucionario, la de una revolución en la que todos estén involucrados, esa es la lección que para sí y para nosotros nos entrega el Cronopio mayor.

Aquí se nos muestra el dilema de fondo del quehacer literario de Julio Cortázar: cómo entrar al cuadro y no sólo ser testigo, y aún más, cómo ser no sólo testigo, sino participante. Del Che Guevara, a quien admiraba profundamente, habría aprendido que “el primer deber del revolucionario es hacer la revolución”, frase que recupera en su Fantomas. La revolución de Cortázar fue ese ánimo consistente por la innovación, por la ruptura creativa, que en este caso derivó en la inserción de la literatura a secas en la cultura popular; en ser y asumirse a sí mismo como un personaje de historieta. Hacer de Fantomas su gran aliado. En eso consistió en gran medida su revolución en esos días aciagos, en hacer de su ficción un elemento que termine por modificar ese horizonte que llamamos realidad.

Pero eso no le era suficiente. El héroe suele ser un solitario, como él. Eso es Fantomas, un personaje que emprende una tarea que le corresponde a todos, y en eso reside su fracaso. Es incapaz de revertir la destrucción de la cultura que emprenden esos villanos anónimos que el relato denuncia como actividad diluyente, regresiva, de las grandes multinacionales. En ello, en la máscara que toma de Fantomas, se trasluce una lección final que no hemos aprendido y que para el mismo Cortázar parecía ocultarse. Su Che Guevara se parece demasiado al Fantomas que recrea: emprende de modo individual una tarea que le corresponde a todos y no sólo a él. Es un héroe romántico. A pesar de los pesares, en tanto que sus acciones no llegan a involucrar al conjunto de las sociedades latinoamericanas, su actividad permanece fuera del cuadro. Son actos prodigiosos, pero de héroes solitarios. No es que al Che lo traicionaran o que los otros revolucionarios se corrompieran. No. Somos los que estamos dentro del cuadro los que no les damos el pasaporte de entrada. Somos nosotros los que no logramos hacerlos nuestros verdaderamente. Por mi parte, no me acongojo, pues más que enseñarme Cortázar la puerta para entrar en el cuadro, me ha enseñado la manera para salir de él.

[Julio1.JPG]



* Departamento de Humanidades, UAM-Azcapotzalco.

[1] “Esta es mi primera visita física a México, pero de alguna manera yo siempre he estado presente aquí (…) en algunas cosas que he escrito, el tema era un tema mexicano (…) siempre ha existido una especie de fijación, de amor, de amor a distancia por México”. (1975) Julio Cortázar en México. Disponible en: http://www.youtube.com/watch?v=oBZ7cxblpSY&feature=related

[2] El dato me lo proporcionó Gonzalo Martré vía e-mail. Martré era, a la sazón, el guionista de Fantomas, la amenaza elegante, y es específicamente el autor del número 201, “La inteligencia en llamas”, donde Cortázar es uno de los personajes, el que recibiría Cortázar de parte de Guillermo Piazza, sin el cual la historia del Fantomas del pibe parisino no hubiera existido.

[3] http://www.rlesh.110mb.com/04/04_merino.html

[4] Otra referencia, de acuerdo al propio Martré, es “Oh, inteligencia, soledad en llamas”, primer verso de Muerte sin fin, el poema de José Gorostiza.

[6] En 1966 sale a la luz el personaje en la colección “Tesoro de Cuentos Clásicos”, en el número 103 de Editorial Novaro. Es hasta 1969 que adquiere su título de Fantomas, la amenaza elegante y su autonomía como historieta. Su diseñador gráfico fue Rubén Lara y Romero, aunque en su realización habrían participado otros artistas, en especial Gonzalo Mayo. Los primeros seis números corren a cargo de Guillermo Mendizábal, quien lo habría dotado de sus características más relevantes como antihéroe: ladrón, filántropo, refugio secreto, red de agentes, bellas asistentes, diletante, mecenas de científicos, seductor... Después, los guiones serían escritos por Gonzalo Martré, hasta 1979, tiempo en el que se habrían publicado unos 400 números. La revista, a partir de 1980, ya en declive, pasaría a manos de la Editorial Edar.

[7] Martré le agregaría la circunstancia de que Fantomas, “aztequizado” por Guillermo Mendizábal, colabora con personajes famosos de la época (Piazza le habría dicho a Cortázar que “cuando un personaje entra en un cómic, eso es ya la celebridad mundial”).

[8] http://www.youtube.com/watch?v=PSh4AZtnMaM&feature=related

[9] Dos años más tarde, en 1977, en una entrevista para la televisión española, Cortázar describe aquellas circunstancias, y apunta que así como los editores de la revista no le habían pedido permiso para utilizarlo como personaje, él les había regresado la cortesía al publicar su versión de la historieta.

miércoles, 1 de julio de 2009

LA POESÍA SATÍRICA EN LA RANA ROJA

LA POESÍA SATÍRICA EN LA RANA ROJA

La idea de una revista literaria satírica virtual fue del poeta y crítico de artes plásticas José Luis Colín, quien invitó a Gonzalo Martré para desarrollarla. En un principio se trataba de recopilar y escribir poesía y narrativa satírica, ilustrando la revista con viñetas alusivas de dibujantes y pintores reconocidos. Así salió a la circulación cibernética el número 1 de “La Avispa Roja”en el 2005 bajo la dirección de Colín y con Martré en la subdirección, pero íbamos en el número 6 cuando Colín sufrió un accidente de tránsito que lo inmovilizó durante varios meses.
Vista la inmovilidad del poeta, entró a dirigir la revista el colega Juvenal Bardamu a partir del número 8 y tuvo a bien cambiar el formato , el nombre y suprimir las viñetas porque lo que para Colín era fácil –conseguirlas- , para Bardamu, no.
La aparición de la Avispa-Rana Roja fue un hecho inusual en nuestra literatura, través de casi 70 números y cuatro años de publicación quincenal, desde la Avispa Roja Num. 1 de Mayo-1-05 hasta la Rana Roja de Mayo 1-09 Bardamu y Martré recopilaron una muy variada gama de poemas provenientes de la sátira, la parodia, erotismo, escatología y simplemente poemas festivos de autores que escriben en español no importando su nacionalidad.
Algunos de estos poemas son inéditos, o casi, por lo tanto poco conocidos, pero tanto los poetas desconocidos como los famosos merecen ser reunidos en este libro que les dará vida perenne a unos y resucite a los otros.
Cada poema está acompañado de una ficha mínima y del número de la Avispa y Rana Roja con que salieron al espacio cibernético.










Pancho Licuori ( 1917-2003), de oficio epigramista. He aquí su célebre inmoraleja sobre el famoso dicho de que un hombre que para trascender felizmente debe escribir un libro, sembrar un árbol y tener un hijo:

Tuve un amigo canijo
que leyó en un libro viejo
aquel antiguo consejo
y lo siguió muy prolijo.
En su propósito fijo
pensó como buen pendejo
seré feliz porque dejo
un libro, un árbol y un hijo.
Pero le salió mal todo
pues por irónico modo
logró al fin de su jornada
un libro muy aburrido;
un árbol seco y torcido;
¡y un hijo de la chingada!
Avispa Roja 1, mayo-1-05.



Réplica del poeta chiapaneco Roberto López Moreno a la inmoraleja del árbol, el hijo y el libro de Pancho Licuori.





Aquel amigo canijo
que una vez tuviste, Pancho,
aquel que cayó en el gancho
del libro, el árbol y el hijo.

Aquel que en el entresijo
no advirtió lo que era un Sancho
que exoneraba muy ancho,
dicen que decían que dijo.

Pero me cuentan Liguori
que el libro que se refuta
fue ceniza a posteriori,

el árbol solo viruta
y que del hijo, a fortiori
le nació un nieto de puta.
Avispa Roja-3, junio-15-05.


Del afamado Rafael Alberti (ofrecemos esta aguda muestra de sátira política.

Alberti, Rafael (1902-1999)





El Inmenso el Inmenso
El más destacagado hijo de atrás del Grande
El atiranorror
el despomastaorror
el funéreo funerísimo funegeneralísimo
el más destacarancho roedor
comedor
triturador
nato quebrantahuesos
vampiro chupador
el más destacagado traidor
usurpador gorgojo
piojo incendiario
Pinosanguinochetburundá el Inmenso
él más destacagado ovario
de mi madre Adefesia
hija y madre del Grande
el cagador de dólares
borrapueblos
borrudo
robacobriboludo petroludo.
Avispa Roja-2, mayo-15-05.





El siguiente soneto de Salvador Novo no tiene desperdicio. Fue dedicado a Ermilo Abreu Gómez, por aquel entonces famoso erudito y sorjuanista.
(1904-1974)
Antes de que el documento se nos pierda
en las indoctas sombras del mañana,
has de saber, Ermilo, que sor Juana,
cual todas las demás, cagaba mierda.

Esta opinión, como verás, concuerda
con la que dio Miss Sheen allá en La Habana,
halló que se pelaba la banana
y que a cada reloj le daban cuerda.

Otro dato importante de la vida
de esa monja que estudias con empeño,
es que tenía su entrada y su salida.

Y que a fin de engendrar Primero sueño,
a falta de una verga a su medida,
entre las piernas deslizóse un leño.
Avispa Roja-4, junio-30-05.

Un par de sátiras más de Salvador Novo a Ermilo Abreu Gómez.

CRISOL

Como encuentra el gargajo escupidera,
cieno el reptil, albergue los ladrones,
hallaron los versíferos ramplones
común deleite en única trasera.

Olieron la nutrida pedorrera
de Héroes de Nacozari, y Obregones
y Caudillos, que en pautas y renglones
el culo de Bojórquez escurriera.

Dios los crió. Y en medio del camino
un solo arriero organizó su trino,
que en revista mensual rebuznaría.

Gentuza asnal, solípeda y bellaca,
aquello en que fermenta vuestra caca
no le llaméis Crisol, que es bacinica.

A E.A.G.
Aqueste sorjuanete grafococo,
desmedrado, calvillo yucateco,
cuyo padrote, eyaculado en seco,
le diera el semi-ser en semi-coco.

Este de ciencia no, pero si foco
de liter-reportérico embeleco,
me viene a la memoria si defeco,
y en mis huevos los espulgo si los toco.

Este proliferado treponema,
esta liendre de seis en bastardillo,
pegajoso producto de enema:

Este que alargo para darle brillo.
este huevo de pájaro sin yema,
por abreviarlo más, este Ermilillo...
La Rana Roja Num. 2 Oct-15-05
Salvador Novo escribió “La Diegada” en honor a Diego Rivera y con señalamientos directos a su cornamenta. Consta de tres partes, escritas la primera en cuartetas, la segunda en sonetos y la tercera en décimas. Esta vez escogemos la primera y segunda décimas.
DECIMA
Que resuelve un problema doméstico.
Me dicen que tu marido
es gente tan distraída,
que frecuentemente, vida
suele dejarte en olvido:
¿es verdad, o me han mentido?
-Cierto, no te han engañado.
mas ya el remedio he encontrado.
-¿Y cómo le hiciste, dime?
-Si quiero que se me arrime
me visto de colorado.

DECIMA
Que da máximas de limpieza
El pintor descomunal
no se enjabona en su casa
ni los umbrales traspasa
de público temascal.
Para su aseo anual
ni a su mujer, el infame,
por más que a su puerta llame,
quiere abrir el fementido,
que en la práctica ha aprendido
que el buey suelto bien se lame.
La Avispa Roja Num. 7 Agosto-15-05


De Renato Leduc (1895-1986), ofrecemos dos poemas extraídos de “Catorce poemas burocráticos y un corrido reaccionario, para solaz y esparcimiento de las clases económicamente débiles” (1964).


EL DIPUTADO

CON la boca reseca, reseca
y el cabello erizado, erizado...
corretea de la ceca a la meca
el presunto señor diputado.

Trasudando sufragio-efectivo
caga sangre el señor diputado
al pensar que pudiese algún vivo
comerle el mandado.

Ya en la paz del congreso descansa
triunfador el señor diputado
bien repleto el bolsillo y la panza
y en la boca fruncida, un candado.

EL ALMIRANTE

ESE gran almirante de la calle de Azueta
que cantaba las glorias de la marcha hacia el mar
era aquel tenientillo de corbata o corbeta
que alguna vez nos quiso dizque alemanizar...

Del pirata extranjero es lacayo oficioso
y en las aguas del golfo al de casa posterga
y por eso hoy pedimos ante un juez contencioso
que cual torpe grumete se le mande a la verga.


Don Francisco de la Parra de G., ha sido un colaborador espontáneo y entusiasta de la Rana Roja. No lo conocemos, pero nos remitió su más reciente fotografía. Hela aquí:



La directora general del Fondo de Cultura Económica Consuelo Sáizar, tuvo a bien rechazar con malas artes la trilogía picaresca-política de El Chanfalla de nuestro subdirector Gonzalo Martré, quien hizo varias protestas públicas y hasta una demanda enderezó ante la Secretaría de la Función Pública. Todo fue inútil, la aviesa señora se salió con la suya; con tal motivo, don Francisco de la Parra de G. colaboró con varias sátiras en verso que por su temática recibieron el nombre genérico de La Saizareada, la cual ofrecemos íntegra hasta lo último publicado en el 2009. Mucho nos complace presentarla acompañada de su foto:







LA SAIZAREADA
TRIUNFO PÍRRICO

El escritor derrotado
por esa entente infernal,
no se siente apabullado
ni en estado terminal.

Ya sabe que le han cerrado
los sinos de lo legal,
sólo le queda, engallado,
la sátira fenomenal:

Ha de partirle la madre
a esa reaccionaria ojete
que abusó de su poder.
Ha de ponerla a que ladre,
a que trague en el retrete
la caca de su proceder.
Avispa Roja-6. Septiembre-30-05

Como, el triunfo de “Chelo I” fue contundente ya que la SFP la hizo de palera y limpió su imagen, la Avispa Roja así lo reconoció y le rindió merecidísimo homenaje mediante el siguiente sentido soneto:
II
LA CACIQUE GORDA
A esa mujer del Ajusco
de lípidas redondeces,
esa del hocico muy cuzco,
dedico fiel estas preces.

Si yo en ese Feudo busco
que se haga justicia a veces,
sólo encontraré las heces
de su ancho culo pardusco.

Al reclamar la verdad
en eso de falsas ventas
que pregonan su estulticia,

salen con la novedad
de que estuvieron exentas
de razón y de justicia.
La Avispa Roja Num. 7 Agosto-15-05

Una vez más, la Avispa Roja declaró admirar hasta el paroxismo a Consuelo Sáizar “La Reina de las Memelas Calientes”, avaló su insuperable triunfo y lo festejó con el siguiente soneto:
III
EL GRAN TRINQUETE

Henchida con su grasitud,
fofa como su vanidad,
se chingó la licitud
con vesania y sin piedad.

No tiene ninguna virtud,
toda su grasa es maldad,
reaccionaria en su juventud,
mocha hasta la saciedad.

Cazurra eludió las leyes
y contrató al arquitecto
Teodoro González de León.

Cuán chingones son los reyes
amos del trinquete perfecto.
¡Que vivan la meona y el meón!
La Avispa Roja Num. 8 Agosto 30-05
Ante otro gran triunfo de doña Chinguetas Sáizar, o sea “La cantante de rancheras”, la “Rana Roja” dio un triple salto mortal en su honor y añadió una divertida letrilla:
IV
DOÑA CHINGUETAS
En la falda de la montaña
vive la pinche Consuelo
arrastrando grandes tetas
por el cochambroso suelo.
¿Quién te chinga con sus tretas?
Doña Chinguetas.

Envuelve con artimañas
a poetas como el Orlando
a quien se viene chingando
sin limpiarse las legañas.
¿Quién envenena con setas?
Doña Chinguetas.

Es muy cabrona la gorda
y también muy rezandera,
simula que está re sorda
cuando hace vil chingadera.
¿Quién te muele si la retas?
Doña Chinguetas.

A Judas se encomendó
y mostró de bruja la uña
cuando a Orlando re fregó
y también a Cataluña.
¿Quién hace transas infectas?
Doña Chinguetas.

En la FIC Guadalajara
no la quieren ni de cerca,
no por su trompa de puerca
sino porque sale muy cara.
¿Quién se cree la millonetas?
Doña Chinguetas.

Triunfa en todas sus luchas
y lo anuncia con trompetas
porque trampas pone muchas
¡La muy maldita Chinguetas!
La Rana Roja Num. 1 Septiembre-1-05

Estaba en construcción el triunfo de Chelo I, como fue un triunfo indiscutible sobre el inerme anciano autor de la trilogía de El Chanfalla, la Rana Roja lo festejó rindiendo la debida admiración a Su Alteza Serenísima mediante el siguiente soneto :
V
LOS OVARIOS REALES
Oh Consuelo, tus ovarios
mal funcionan al revés,
no porque sean solitarios
sino porque tienes tres.

Uno es para perdularios
que deciden por consigna.
Otro para santularios
que te rezan por indigna.

¿Tercero? testiculario
testigo de tu hombría,
hormona que sí te empuja

a blandir tu escapulario
y a predicar tu falsía,
código que te repuja.
La Rana Roja Num. 3 Oct-l5-05






Para el Día de Muertos, la siguiente calavera dedicada a la Cantante de Rancheras y su factótum Fito Kosteño :


VI
MURIO LA PAREJA REAL

Te moriste, oh, Kosteño,
porque saliste del Fondo
del que te creías todo dueño
pero ya ves, tas jediondo.

Te moriste, gran marrana
y quedaste de una pieza
porque te asustó la Rana
Roja, ¡Aquí perdiste fiereza!

Murieron la misma noche
estuvo en grande la cosa,
fueron en un solo coche,
comparten sólo una fosa.

De este lado cayó Fito,
del otro doña Chinguetas;
ella le retuerce el pito,
él le pellizca las tetas.

Están en la misma tumba
cayeron brazo con brazo.
A Chelo el culo le zumba
si Fito le da un vergazo.

El hoyo fue muy angosto,
nomás un pinche boquete.
Hicieron gusanos su agosto
se dieron doble banquete.

Hazte para allá pendeja,
decía el poetastro barbón
al sentir que no le deja
ni un solo mula rincón.

¡Ay Diosito!, gime la obesa
¿Por qué me castigas así?
Gran insulto a mi realeza
es tenerlo junto a mí.

No te muevas más, jodida,
que me estás apachurrando,
ya me corriste en vida
y muerto me sigues tumbando.

No pueden estarse quietos
se dicen mil chingaderas,
parece que no están muertos
pues hasta tienen ojeras.

Que bueno, ya se rejodió
esta pareja corrupta;
tragan parejito los dos,
la mierda que los sepulta.
La Rana Roja Num. 4 Oct-30-05

Por la saña desplegada en contra de los venerables ancianos Orlando Guillén y Gonzalo Martré, la Sáizar recibió el apodo de “La Matarruquitos”, que bien le cuadró. Dicha saña la configuró como emperatriz implacable y triunfadora en todas sus batallas. Por eso don Francisco de la Parra de G. a través de la Rana Roja , rendida de admiración le dedicó la última calavera de la temporada:

VII
LA MATARRUQUITOS

Oh Consuelo bien se ve
tu buen grado de estulticia
pues usas con gran malicia
tu poco o mucho poder.

Muestras tu saña inaudita,
a un ancianito indomable;
y en tu afán tan lamentable
gastas tu mucha grasita.

Compras a la prensa escrita
buscando la impunidad,
y tu palerada evita
que te peguen sin piedad.

Con apócrifos dictámenes
al Chanfalla rechazaste
prueba son tales exámenes
de lo feo que la cagaste.

¡Ya te llevó la pelona!
te ahorcó con pis y cuerda,
y por que eres tan felona
vales para pura mierda.

Hoy te encuentras enterrada
con tu infamia y tu gordura,
apestas sólo a cagada
maloliente y muy oscura.

Y para que en este trance
nada de tu ser se pierda
harás, nauseabundo lance,
¡tortillas de pura mierda!
La Rana Roja Num. 5 Noviembre-15-05

VIII
EL CORRIDO DE CHELO ZÁIZAR
(Música de “Simón Blanco”, letra de don Francisco de la Parra de G. )

Si Daniel Cosio Villegas
desde su tumba emergiera
y si Orfila hoy reviviera,
ambos juntitos lloráran:
¡ay fox, como así le entregas
nuestra creatura a esta ignara!

Llegó encendida con yescas
Chelo Sáizar, la de Fox, (recitativo)
a propinarle fea coz
al autor de picarescas

Viniendo de ultraderecha
lo contrario a una musa,
de mente cerril y obtusa
asi la vemos confusa
asi la vemos maltrecha
emperrada y patidifusa.
.....................
Ya con esta me despido
de la diva de rancheras
y no crean que yo me olvido
de las mulotas cerreras
asi se acaba el corrido
de la diva de rancheras.
La Rana Roja Num. 6 Noviembre-15-05

IX
PRIMERA DESPEDIDA A CHELO I

Hasta aquí llegaron, pinche Consuelo,
estos ruquitos tan vilipendiados,
les diste contra el marmóreo suelo
y los dejaste jodidamente apandados.

Gracias a ti, no vieron el limpio cielo,
los dejaste a oscuras, amarrados.
No pudieron levantar el firme vuelo,
y sus libros quedaron enclaustrados.

¡Qué resonante victoria obtuviste!
¡Qué despliegue de insidias y de tretas!
¡Qué demostración de poder y sevicia!

Hasta con tu sucio clítoris reíste,
se cimbraron de gusto tus fofas tetas
¡porque los chingaste con tu estulticia!
Versión al español de “El Dandy Guerrillero”

SEGUNDA DESPEDIDA A CHELO I

Hasta aquí la dejamos, pinche Chelo,
a estos ruquitos tan vilipendiados
los dejaste jodidos y apandados,
les diste duro en el marmóreo suelo.

Gracias a ti no vieron limpio el cielo,
los dejaste en tinieblas y amarrados
y sus libros quedaron enclaustrados,
no pudieron alzar firmes el vuelo.

¡Qué tonante victoria! ¡La obtuviste!
¡Qué despliegue de insidias y de tretas!
Te burlaste de todos, te reíste.

Para ti ese laurel, Chelo chaquetas,
si entre vulvas y libros te veniste,
¡Para ti la victoria! Y diez mil tetas.
Versión de Serguei Pitolocowsky
La Rana Roja Num. 9 Febrero-15-06

La Cerda del Ajusco manejaba el FCE a su antojo y obtuvo de Buey Es Tamez un acuerdo avalado por el Consejo de la institución para su inmovilidad como directora por cinco años, refrendables por otros cinco. Aprovechando el venidero día de muertos, don Francisco de la Parra de G. festejó ese nuevo triunfo como se debe:

X
LA CANTANTE DE RANCHERAS
SE BLINDÓ, PERO MURIÓ.

Ya te blindaste, Consuelo,
contra el cese transexenal,
crees que alcanzaste el cielo
del mundillo editorial.

La muerte te ve fichada
y ahí no te vale el blindaje
por tu mierda en tonelaje
ya te llevó la chingada.

Yaces en fosa abrupta
rodeada de puros cabrones
cagatintas y mamones
que te adoran por corrupta.

Chapaleas ahí en lo hondo
gozando tu vil hediondez,
ayer fuiste reina del Fondo,
hoy, marrana; ¿cómo la ves?
La Rana Roja Num. 15 Octubre-12-06






Tiempo de “calaveras” del 2008, una para “La reina de las memelas calientes”.y su socio intelectual, el farsante Chóforo:


XI

A CHELO Y EL CHÓFORO
Así como tiene grasa
en todo su cerebrito,
así es la tontera crasa
de este mujerón con pito.

Ella se metió en su Feudo
huyendo de la pelona,
evitó tener un deudo
creyéndose muy chingona.

Tras el Chóforo escudó
las infamias de su argucia.
La muerte los levantó:
al pedante y a la sucia.

Él escribió un diccionario
que es una gran porquería
y tal asco atrabiliario
fue escándalo y gritería.

Los tildaron de farsantes
estafadores, bellacos,
de falsos intelectuales,
y de doctorales nacos.

Honda tumba, sin honor,
llena de lodo y mierdita,
toca al crítico impostor
junto a la gorda maldita.

Gorda infame y escritor
se largaron a la nada
penando con estupor
los jijos de la editada.
La Rana Roja Num. 61 Noviembre-1-08

XII
Para Cerrar la primera época de la Rana Roja y con motivo del 75º aniversario del FCE, encargamos un trabajo poético-satírico a don Francisco de la Parra de G., quien nos remitió misma vía una décima, un soneto y unas coplillas.

DÉCIMA
EL 75º

Marranita, marranita,
cerdita de Acaponeta,
tienes podrida la teta
y por eso estás gordita.
Ahora buscas fiestecita
por esos setenta y cinco
que celebras con ahínco
mediante malsana alegría
pues perviertes en librería
la editorial, en mal brinco.
La Rana Roja Num. 67 Marzo -10-09
.
SONETO
PRESIDENTA
Por todas sus dotes de inculta
santularia y prepotente
la ha nombrado el presidente
mandamás de Conaculta.

A este espurio y demente
hay que ponerle una multa
pues el nombramiento insulta
por error con precedente.

La misma historia ya cansa;
de ópera lo ignora todo,
de teatro no sabe nada

y tampoco de la danza.
Vende libros a su modo
¡Ya nos llevó la chingada!
La Rana Roja Num. 68 Marzo -30-09

El autor se dio una vuelta por la sede de Conaculta y en uno de los excusados vio las siguientes coplillas; un tanto defectuosas les dio una manita y quedaron así:

COPLILLAS

ESTRENANDO CARGO
Yo aquí les vengo a cantar
una canción de a de veras,
como se pone a cagar
La Cantante de Rancheras.

En este lugar sagrado
caga la cantante Consuelo
no caga en el excusado
sino que caga en el suelo.

Ya lo dijo el gran Cagancho
aquel gitano torero:
tiene su culo tan ancho
que no cae por el agujero.

Caga con muchos pujidos
esta Reina de las Memelas
y con sus tremendos tronidos
rompe focos, apaga velas.

El Ajusco cubrió de mierda
y ahora la cosa es obvia
(y no habrá quien se lo pierda)
de cagada cubrirá Cracovia.

Con sus cagatintas cargó
este lésbico esperpento
y a Conaculta llevó
mil kilos de su excremento.

Al país narcotizado
le faltaba la puntilla
Calderón se la asestado
nombrando a la vil Tortilla.

Ya con esta me descoso,
me dieron ganas de cagar.
Y mientras echo un ventoso
mando a todos a volar.
La Rana Roja Num. 69 Abril-10-09


La siguiente sátira –compuesta con algunos títulos de las “obras” de Adolfo Castañón- fue dedicada por la Rana Roja a “Fito Kosteño” también conocido como “Fofo Sabañón” , gerente editorial del FCE quien, mediante sus cagatintas ordenó el rechazo inicuo de la trilogía de El Chanfalla, rechazo refrendado estúpidamente por la “Reina de las Memelas Calientes”.

EL BRIBON Y SUS CAGATINTAS
Quién, bribón de siete suelas,
en pérfido maridaje
con Reina de las Memelas
le dio maltrato de paje
al viejo, inerme setentón?
-Sabañón

¿Quién a cagatintas pagó
apócrifos dictámenes?
¿Quién en el Comité cagó
sus pútridos exámenes
y quedó de mierda ahito?
-Fito

¿Quién a Paz pergeña versos
y lo recuerda en su tránsito
con ripios que son sánscrito
por lo fétido y espesos,
insulto para su santón?
-Fofo Sabañón

¿Quién, frustrado literato,
es ladilla de mal compás?
¿Quién se quedó turulato
cuando felpó el Nobel Paz
quedando apendejadito?
-Fito

¿Quién escribe a veces prosa
pero con mala fortuna
y jamás le acierta a una
ni como novela rosa
aunque ponga gran empeño?
-Fito Kosteño

¿Quién también se cree poeta
con recuerdos de Coyoacán
siendo sólo pelafustán
pendejo de gran mierdeta
y en el Fondo un mugre golfo?
-Fofo

¿Quién, caballero de la voz
errante
, asno de carga y coz
en gruta de dos entradas
pergeña sus pendejadas
con rebuznos y feo ceño?
-Fito Kosteño

¿Quién recorre todo el país
de Montaigne
, oh inutilidad
y perjuicios
, yendo tras el maíz
para alimentar su maldad
como cerdo sucio y capón?
-Sabañón

¿Quién de América, sintaxis
trompica en fangoso jardín
de los eunucos
, sin praxis,
porque es relamido pillín
barbón vil, rata enanito?
-Fito

¿Quién es mito del editor
tan bestia, el reyezuelo
que martirizó al autor
en compañía de Consuelo
como otro Hitler Adolfo?
-Fofo

¿La batalla perdurable ,
general, el arbitrario?
No, pleito vituperable
ganado por perdulario.
Sí, triunfó cínico felón:
-Sabañón

¿Quién ganó un falso cheque,
y carnaval
, que no miento
resudó como excremento
en obra chafa, tembeleque,
de escritor sin empeño?
Kosteño

¿Quién, en el Fondo defecó
con procederes tan viles
que todo cuan cagó, secó.
no obstante ganar los miles
y creerse del Fondo el dueño?
-Fito Kosteño

¿Quién critica muy severo
los libros del adversario
siendo sólo un gran falsario
pendejo de cuerpo entero
acomplejado bueyesón?
-Fofo Sabañón

¿Quién es estulto gandalla
que usó balas de Orduña
para fregar al Chanfalla
y poetas de Cataluña
chingándolos con un cañón?
Castañón.
La Rana Roja Num. 2 Oct-15-05





Calavera del 2006, rimada por don Francisco de la Parra de G. y dedicada con amor a un gran burócrata de la cultura. Corresponde a Rafael Tovar y de Teresa, quien fuese el presidente de CONACULTA por diez años y fuese nombrado presidente del Comité Organizador del Bicentenario, puesto al que pronto renunció .

CALAVERA DE POSTÍN
SE LLEVARÁ EL PILLÍN.
Rafael Tovar y de Teresa también se encargaría del Centenario de la Revolución Mexicana(Foto: NTX), pero renunció.

Me encargaron un epitafio
y una bonita escultura
para la tumba de un zafio
neocacique de incultura.
El monumento en cuestión
-resulta la cosa obvia-
sería plantado en Cracovia
despacho del muy cabrón.
Si no mal creo ni discurro,
entregué tallada en piedra
hermosa efigie de burro
de quien la cultura medra.
Del epitafio pendiente
sobre crédito merecido
al tipo ensoberbecido
le met í bien duro el diente:

Aquí yaces, Rafaelito
Aristogato corrupto
fuiste nombrado prontito
a pesar de ser muy bruto.
Tuviste miedo a Camín,
terror le tuviste a Paz
con ninguno tú te vas
oh, corruptible pillín.
La muerte con disimulo
te midió con su franqueza
cuando dijo frente al muro:
mejor re-tovar con burro
que topar con De Teresa.
Y quien viene a tu panteón
sobre tu tumba se mea
implorando al hacedor:
¡Regresa, Flores Olea!

Trabajé con entereza
y me dispuse a cobrar
al jefe de CONACULTA
que se apellida Tovar
y se añade De Teresa.
Pero este bribón estulto
antes de perder la vida,
canceló esa partida
creyéndose muy astuto.
La escultura quedó trunca,
el epitafio mal hecho,
Rafaelito tan maltrecho
no revivirá nunca.
La Rana Roja Num. 15 Octubre-12-06

“Rigo” regresó de un puesto diplomático en Italia…
Aquí sobre el corto césped
si no me falla la memoria,
voy a contarles la historia
de este padrote huésped.

Como premio a su valor
de prosapia mas bien fálica,
fue nombrado embajador
allá en la península itálica.

A su regreso el mercenario
cargado de lana y honores,
después de pasar por Londres
se apoderó del Bicentenario.

¡Qué suerte la del bergante!
Suerte que nada le vale,
pues de la tumba no sale
este cabronsísimo tunante.
La Rana Roja Num. 33 Noviembre-1-07


Antonio Salgado Herrera es el autor de Las cábulas de Sexopo (Ed. de autor, 2001). Enterado de que la RR se dedica a difundir la sátira de habla hispana nos dedicó un ejemplar otorgando su venia para que reprodujéramos cuantas cábulas nos plugiera. El buen Toño dice que: “Las cábulas de Sexopo de ninguna manera quieren ser irreverentes o blasfemas, ya que son para adultos de muy amplio criterio, quedando fuera de contexto los mojigatos, rezanderos, timoratos, clericales, mochos y confesionales, lo mismo que todas esas almas asustadizas, victorianas y decimonónicas, de moral bastante fijada en las cosas del sexo”. En suma, no son para esos taimados seguidores de Feli-pillo.
Hemos seleccionados algunas, las iremos administrando poco a poco. He aquí la primera, parece hecha a la medida del anciano Pepe de la Kolita:

Un tipo algo cacheteado
o mejor dicho ¡aplaudido!
como tiene una dolencia,
va a ver al facultativo...

Pues resulta, doctorcito,
que mi menda no paraguas;
o sea que no parabrisas,
que equivale a ¡niguas, naguas!

-No sea usted tan expresivo...
O sea que “Pancho no quiere”...
hágaseme unos análisis,
pues es lo que más conviene...

El resultado esto tuvo:
“N-L-S-P-M”
y esto dijo muy feliz
el abatido paciente:

“¿Nuevo lo Siento Pa’ Mundanear?
Mas el doctor le aclaró:
“Nomás Le Sirve Pa’ Miar”...
Y Pepe a llorar se echó...

“Antes de alegrarnos mucho
o un poco entristecernos,
que el facultativo diga
lo que en realidad tenemos...”
La Rana Roja Num. 15 Octubre-12-06


Antonio Salgado Herrera le dedica la siguiente “Cábula de Sexopo” a la “Güicha” González de Alba:

LA FIESTA DE GRADUACIÓN

Tipos que parecen machos,
resultaron mamarrachos...

Rico ganadero mira
llegar a su hijo Luis Ursos,
que celebró hace dos noches
su fiesta de fin de cursos.

El chavo mostró el diploma
y su anillo de graduado,
para orgullo de su padre,
(el que todo hubo pagado)...

-Plátícame, muchacho,
¿ahora mucho más vales...?

-Colateralmente tuve
tres experiencias sexuales...
-Pues siéntate en esta paca
¡y cuenta para admirarme...!
-Lo siento mucho, papá,
mas no puedo ni sentarme...
***
Cuantos papás han sufrido
en lo recio de sus años,
por culpa de ciertos “hijos”
¡nomás tristes desengaños!
La Rana Roja Num. 16 Noviembre-20-06

Antonio Salgado Herrera también dedicó la siguiente Cábula al muy prolífico y apreciado escritor Eusebio Ruvalcaba, famoso trotamundos burdelero:

No siempre la aventura amorosa,
Deja de sernos muy peligrosa...

Don Eusebio Ruvalcaba,
juerguista a más no poder,
se va de parranda el viernes,
con una u otra mujer...

Cierta vez va al cabaret;
mira hacia la bella Esther;
pronto la invita a bailar
y de inmediato a beber...

Charlan del tema más nimio
y surge la simpatía;
él hace osada propuesta
y no encuentra rebeldía...

Hablan del prosaico tema
de los pesos y centavos,
y acuerdan ir al hotel,
al que van chavas y chavos...

Pasan su noche feliz
en cultivo del placer;
y los sorprende en sus cosas
el discreto amanecer...

-Si es hombre le pones Juan...
(le dijo él en forma fina).
-Si es lo que pienso –dijo ella-
le pones penicilina...
La Rana Roja Num. 17 Diciembre-10-06

Seguimos disfrutando las Cábulas del humorista Antonio Salgado Herrera, ahora para el poeta de protesta el barbón Leopoldo Ayala:

El tenorio de barriada
poeta Leopoldo Ayala,
fue a confesarse a la iglesia
por su conducta malvada.

-Ay padrecito, yo acúsome
de que toqué la cadera,
el domingo allá en el cine,
de mi novia Linda Vera...

-¿Fue debajo de la tela?
¿Acaso fue por encima?
Escoge bien tu respuesta,
que en ello te va la vida....

-¡Ay padre, fue por encima,,,
-¡Eres un tonto! ¡En la crisma!
¿No ves que la penitencia,
es ciertamente , la misma?

Antes de pecar un poco
no hagamos conducta necia,
y averigüemos cual es,
la adecuada penitencia.
La Rana Roja Num. 18 Enero-13-07

Cábula dedicada a nuestro colaborador don Renán Paladez.

La mujer como cerveza, suda,
te da placer pero te deja cruda...


Al bar “Quito” fui una vez
doblegando mi pereza,
pues atendía una mesera
a quien decían “La Cerveza”.

Es una “Negra Modelo”
que se siente “Superior”,
y aunque me miró muy “Indio”
“Bohemia” la miré yo”...

Vi que le dan “Carta Blanca”
ya que todo sabe hacer,
y tiene grata “Victoria”
quien la conquista una vez...

Es rica como una “Lager”
mas la adora quien la ama,
y le da “Corona Extra”
quien la ve como “Caguama”

Ya sólo por no dejar
a bailar la invité yo,
y me hizo sentir cerveza
pues me puse como un “Léon”

Vivan las nenas galanas
con o sin ninguna historia;
que a la hora de cumplir
nos dan el “Sol” y la “Gloria”.
La Rana Roja Num. 19 Febrero-1-07

Cábula dedicada al Lobo Estepario Armando González Torres:

DEMASIADA VIRTUD
El que ningún vicio tiene,
¿para qué gran vida quiere?.

El flacucho Armando puro
asceta del Escorial,
va a ver al doctor T. Mata
porque se siente muy mal...

Tiene el cuerpo entelerido,
Está muy desencajado;
se le ve amarillo-fólder,
Parece limón chupado...

-¿Usted fuma? ¡De seguro!
-Ni cigarro, pipa o puro...
-Mas, ¿le llega a la motita?
-Nadita, ¡nada, nadita!

-Ah, le encantan las mujeres...
-Yo deteste los placeres...
-¿Es un fan de Juan Gabriel?
-Naranjas agrias, ¡nel, nel!

-¿Chupa usted como sediento?
-No bebo ni agua, lo siento...
-¿Baila y baila, como trompo?
-Nunca mi adustez yo rompo...

-¿Trasnocha en apuestas? ¿Juego?
-No me difame, le ruego...
-Sólo tengo una respuesta
que espero no sea molesta.

-¡Dígala usted, doctorcito!
-Su malestar lo provoca
la aureola tan ajustada
que su virtud le coloca...

-Es bonito ser virtuoso
mas no hacerlo una costumbre
ni tanto que queme al santo
ni tanto que no lo alumbre...
La Rana Roja Num. 20 Febrero-20-07

Cábula dedicada al poeta Oscar Wong:

EL CHINO A LA MEXICANA

Oscar Wong viajó a la China,
y luego de cuatro meses
decía conocer el chino
y dominarlo con creces.

-¿Cómo dices veinteañera?
(le preguntó Saúl Rocha)...
-Tiene una respuesta fácil,
y se dice Kecha Bocha.

-¿Cómo es noventa y nueve?
-La respuesta es Kachi Chen...
-¿Cómo se dice desnuda?
-Chin Ka Chonesh, ¿no me creen?

-¿Cómo es embarazada?
-Kon Pan Cho Tah, así es.
-Dinnos el abecedario...
-Eso lo diré después.

Hablar el chino es muy fácil,
basta que este ejemplo vean;
el problema es que los chinos,
a Oscar Wong le crean.
Rana Roja Num. 21 Marzo-15-07

Cábula dedicada a nuestro subdirector Martré, quien cuenta con 78 inviernos:

El Rucailo don Vetusto
Martrechín Matusalén,
miró una bola de gente
y previó algo para él...

Un merolico ofrecía
un producto milagroso,
algo mágico -porfía-,
sin duda maravilloso:

-Señor mío, caballero,
trate que no se le arrugue,
o se le doble en lo mero...
¡Este producto le urge....!

Y el vetarrín le dijo:
-¿Es elíxir celestial?
¿Supervitamina de fijo?
-Son: ¡Micas para credencial!
La Rana Roja Num. 22 Abril-2-07

Cábula dedicada al seudocrítico literario, poetastro y narrador de a peso Fito Kosteño:

Los que se comen las uñas
Ignoran lo horribles que se ven...

Es muy feo según cogito
irse comiendo las uñas;
y te lo digo Adolfito
aunque por tal, refunfuñas.

Cuando saludas al macho
que bien sus uñas mastica,
en tus manos sientes gacho
lo baboso de su saliva.

El ejemplo más palpable
la Venus de Milo, dio;
comiendo uñas fue el principio
y miren como, terminó.

Yucatecos y extremeños
achacan igual manía
al que ahora se porfía
como el buey Fito Kosteño.

Como sea y como lo ves,
y menos que varonil,
comerse las uñas es,
propio del pendejo y vil.
La Rana Roja Num. 23 Abril-22-07


Cábula dedicada al poeta de Tacubaya Víctor Navarro, recipiendario de un naranjazo mecánico al abordar su auto no hace mucho:

Petrolfo le dice a Ariza
refiriéndose a Navarro:
-Antier sufrió una paliza
pues le dieron con un marro.

-Pero ese día lo miré
con una rubia preciosa...
-Para su triste desgracia.
¡también lo miró su esposa!

-Pero si ella se encontraba
de paseo, allá en la Villa.
-Para su triste desgracia,
eso le dijo la muy vivilla.

“Algo igual ocurrió a Fito,
que comprobó en un burdel,
que su esposa no fue a Tepito,
como le había dicho a él.”
La Rana Roja Num. 25 Mayo-31-07

Cábula dedicada al farsante centenario Andrés Henestrosa:

LAS PUNTADAS DE LOS VETARRINES

La viejita Rucanilda
y su esposo el Andresín,
discutían, por hacer algo;
¡oigámoslos discutir!

-Te vi tras la quinceañera
de los vecinos de enfrente;
nomás que para sonreírle,
debes ponerte tus dientes...

Mas tú tan viernes estás
y de ti bastante admiro,
que estás, tan sólo en la frente,
más arrugada que un güiro...

-Pues si te fijas yo tengo
la anatomía de una chava...
Devuélvesla, pues ya
se la tienes arrugada...

Y tú tan pasita estás
que tus afanes inquietos
espermatosaurios son,
que no dan hijos, sino nietos...

Atacándose los viejos.
la cosa está clara-boya
y bien podemos decir
El comal le dijo a la olla...
La Rana Roja Num. 26 Junio-20-07



Con esta Cábula del humorista Antonio Salgado Herrera cerramos esta sección, dado que hemos pirateado exhaustivamente su libro titulado Las cábulas de Sexopo. Este libro fue publicado por Costa-Amic en el 2001 y está profusamente ilustrado con desnudos femeninos de todas las épocas. Lo recomendamos ampliamente.
Como digno remate, la última Cábula está dedicada a la Rana Roja:

No hay mal de hombre
Que por mujer no venga…

Una ranita atraviesa
la rígida vía del tren;
y cuando apenas salía
se agachó a ver un clavel…

En eso viene pitando
el raudo y veloz convoy,
y por salvar su trasero,
un giro la rana dio…

Entonces las raudas ruedas
la hicieron de guillotina;
cercenando la cabeza
de aquella rana tontina…

La moraleja nos dice:
“¿A dónde vas que más valgas…?
la cabeza nunca pierdas
por un simple par de nalgas…”
La Rana Roja Num. 30 Septiembre-10-07


Manuel Gutiérrez Oropeza, Manuélezz, fue el epigramista de La Avispa Roja, antes de pirar, elaboró el siguiente gracejo a José de la Colina y sus secuaces:




GRACIOSA HUIDA



Del Palacio al Mirador,
Kolita y socios perplejos,
salieron como chisguete.
Sintieron con gran dolor
los espantados conejos,
de la Avispa su piquete.
La Avispa Roja Num. 8 Agosto 30-05



Los siguientes poemas son de nuestro colaborador estrella, el poeta andaluz Juan Cervera Sanchíz:

La Avispa Roja revuela
siempre en busca de un cabrón
al que clavar su aguijón
allí donde más le duela.
La Avispa Roja se cuela
libremente en todas partes
y con admirable arte
rompe narices y muelas
y desenmascara a pillos,
y a toda clase de grillos
de uno en otro confín,
Mientras que el vate Colín
lanza una carcajada
locamente colorada
rindiendo culto a Caín,
que de Abel no tiene nada,
que como La Avispa Roja
Colín su veneno arroja
y sin más desenmascara
lo mismo a cojo que a coja
pues si de coger se trata
gracias a La Avispa Roja
vemos cogidas de ratas
y ratoncillos sin cola.
Que esta avispa surrealista
es tan astuta y tan lista
que pronto será inmortal
como el vino y el mezcal
y los versos de Colín,
poeta que no usa bombín
pero sí pluma y cañón
y dueño de su aguijón
no hay dios que lo controle
por lo que merece un óle
y una estruendosa ovación.
La Avispa Roja Num. 8 Agosto 30-05

ESCRIBO
Escribo para ti que aún no has nacido
desde este dos mil siete acanallado
por Forbes, por su lista y lo robado;
que sin ladrón no hay rico ni engreído.

Escribo para ti, ya desvivido
desde antes de nacer, y derrotado;
con la bolsa a la baja y asaltado
por la mercadotecnia y lo podrido.

Escribo porque escribo, a mi pesar
cada día más pobre y más consciente;
seguro de que nada ya es seguro.

Para ti escribo, sí, por no llorar,
en este mundo absurdo y deprimente;
de sus miedos esclavo y sin futuro.
La Rana Roja Num. 23 Abril-22-07

DE BAJA
Y le dieron de baja en el partido,
por cierto ya hecho añicos,
el partido.
De baja, sí, de baja,
como se da a una póliza,
y, de paso, expulsado y condenado
(¡ah San Cabrón El Bizco,
santo entre los más santos)
al perpetuo ostracismo.

El comité lo dijo,
lo dijo el comité
y sentenciado así
(¿de dónde salen, ¡ay!, tantos hijos de puta?)
el miembro quedó fuera,
por más que le colgaran las pelotas
entrepiernas, grandísimas,
ya que era un valiente,
pues los castrados nunca jamás nunca
serán dados de bajo
de éste o de aquél otro partido.

Y le dieron de baja
por aquello tan simple
de que toda verdad
estorba a los partidos.

Libre ya de cerrojos y cadenas
y sucias componendas
saboreó el café sin azúcar
de la siempre preciosa libertad.

Y le dieron de baja
y libre al fin de la oscura mazmorra,
donde se apandillaban los mediocres,
nadó a contracorriente,
caminó cuesta arriba
y ensayó una canción,
su canción, la muy suya,
la no cantada a coro y por la fuerza
como aquel himno gris y partidario
en donde la mentira lo era todo.

Y le dieron de baja
y comenzó a ser él, sin cortapisas,
lo que sin duda no fue nada fácil,
pero por lo difícil fue hermosamente hermoso.
La Rana Roja Num. 24 Mayo-22-07

CANCIONERILLO DEL DIOS DE LA ECONOMÍA
1
El Dios de la Economía
ahorró y ahorró, y ahorró tanto,
que murió en la carestía.

2

Para aumentar su fortuna
abrió una casa de bolsa
que se desinfló en sus manos
igual que un globo de goma.

3

El Dios de la Economía
sabía tanto de finanzas
que usaba cheques de hule
para lavarse las nalgas.

4

Le hicieron su templo al Dios
sus creyentes más sinceros
con bragas de viejas putas
y corbatas de banqueros.

5

El Dios de la Economía
por mostrar su diente de oro
se reía y se reía
y se reía de todo.

6

Del hambre y de la miseria
y de los desamparados,
se reía y se reía,
mostrando su diente de oro
el Dios de la Economía.

7

Pero así era Él, y un Dios,
como el de la Economía,
no tenía por qué creer
en lo que el hombre creía.

8

No creía pues en Él
el Dios de la Economía,
por lo que se divertía
viendo a los demás creer
en sus enormes mentiras.

9

El Dios de la economía
era un viejo cavicornio
que le temía a los espejos
y rendía culto al demonio.

10
Cuenta que un día se murió
contando monedas falsas
como un mendigo cabrón
y al morir hicieron fiesta
en la Tierra y en el Sol.
La Rana Roja Num. 25 Mayo-31-07


SIGUE EN LA SEGUNDA PARTE